“El futuro del trabajo en Chile, ¿en qué pie estamos para definirlo?” Por Ornella Bono

¿Hemos reflexionado lo suficiente acerca del futuro del trabajo? Con un 2024 dinámico y desafiante por delante, se torna necesario mirar el pasado y presente para lograr perspectivas de futuro y, así, analizar cómo se configurará el mercado en los próximos meses y años.

Primero, algunos datos que es importante tener la vista. De acuerdo al informe “Transformación de Competencias” de Cadem, la Universidad Andrés Bello, en colaboración con Humanitas Global Executive Search / Cornerstone International Group, el país está viviendo una #emergencialaboral. La tasa de ocupación actual (56,9% de acuerdo al último boletín del #INE) es similar a la que existía en Chile en agosto de 2010: lo que indica un retroceso de 13 años. En esa misma línea, los datos indican que aún hay un déficit de 450 mil empleos respecto de la situación previa a la pandemia. Es un déficit del 4,8% del empleo total.

En esa línea, algunas conclusiones que deja el informe:

✔️ La tasa de empleo promedio de la OCDE es de 70%. En Chile es de 62% y especialmente baja en mujeres y jóvenes.

✔️ Existe una falta de capacidad del mercado laboral a asimilar a 1,5 millones de inmigrantes.

✔️ Hay aumento de la informalidad post estallido social y pandemia.

✔️ Falta productividad.

✔️ Se observan importantes efectos de la transformación digital.

✔️ Hay un déficit de adaptación del capital humano al nuevo escenario.

En ese contexto, la transformación del mercado laboral es innegable, más aún con los elementos que deja en evidencia el informe que citamos. A esto se suma la proyección del @World Economic Forum, #WEF, en su Informe sobre el Futuro del Empleo 2023: se espera que alrededor de un 23% de los puestos de trabajo cambien de aquí a 2027, con la creación de 69 millones de nuevos empleos y la eliminación de otros 83 millones.

¿Qué hacer frente a este panorama? En Chile, el mundo privado y el público deben lograr navegar de la mejor forma la situación país para poder mirar hacia el futuro con una base sólida que aborde, sobre todo, la baja empleabilidad en mujeres y jóvenes, la falta de productividad en la fuerza laboral y la urgente necesidad de adaptación a la transformación digital.

Dependiendo de cómo se timonee el mercado del empleo, se perfilará el futuro del trabajo. En ese contexto y desde la vereda de la formación, ¿cómo puede cada uno enfrentar el futuro del empleo?

El foco estará en discernir cuáles serán las habilidades requeridas en un panorama tan árido como el que estamos vislumbrando. Por un lado, las empresas buscarán atraer talento a largo plazo y, por el otro, los profesionales se orientarán hacia perfiles que prometan perspectivas de empleo más sólidas.

En ese sentido, hoy sabemos que el 63% de los gerentes de empresas encuestados por Cadem en su estudio de competencias considera que en los próximos 5 años la Inteligencia Artificial (IA) afectará de manera significativa los empleos. Asimismo, el 55% afirma que ser experto en el uso de la tecnología es una habilidad que será requerida en la empresa del futuro. Sin embargo, la mayor habilidad requerida por los líderes será tener buenas habilidades blandas: un 90% de los gerentes cree que esta es la clave para tener éxito en la empresa del futuro.

De todas formas, en un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados y la automatización redefine la naturaleza del trabajo, debemos siempre pensar en un conjunto de habilidades virtuosas y complementarias entre sí: y ellas deben ser tanto duras como blandas. En ese sentido, creo que el trabajo bien realizado sumado a un buen accountability y al cumplimiento de objetivos es, precisamente, la fórmula para el éxito.