“El creciente poder de la economía plateada” Por Ornella Bono

Es cierto: el aumento de la esperanza de vida trae consigo grandes retos. Temas como salud, cuidados, calidad de vida y cómo nos relacionamos con el entorno van a verse desafiados por un grupo que, en Chile, constituirá el 30% de la población mundial para 2050.

“La economía plateada no solo es significativa, sino que también se está consolidando como una de las principales actividades económicas de la región”. Así comienza un reciente reporte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que desentraña este fenómeno. La economía plateada es la suma de toda la actividad económica que atiende las necesidades de las personas que han superado la quinta década de vida, incluidos los productos y servicios que compran directa e indirectamente. De esta forma, pone el foco en el impulso que significa la generación de una demanda activa de nuevos productos y servicios. De acuerdo con el estudio, en América Latina y Caribe en 2023 las personas sobre 60 años eran 1 de cada 8, en 30 años más se estima que serán 1 de cada 4.

Es importante ver estos datos a la luz de un fenómeno mayor. Este grupo solo irá creciendo en tamaño e influencia, y en ese sentido el mercado laboral no puede quedar fuera de esta ecuación. Estamos discutiendo una reforma de pensiones que es a todas luces necesaria, pero al mismo tiempo debemos pensar desde el mundo organizacional en cómo mantener, incorporar y reincorporar a este grupo etario, de manera que su aporte a la sociedad, a las empresas y a la economía se mantenga en el tiempo.

Desde lo laboral, lo clave es que quienes deseen trabajar puedan hacerlo. El informe “Caracterización y análisis del mercado laboral para personas mayores de 55 años en Chile”, hecho por el CIEDESS, realiza una serie de propuestas, como incorporar los sistemas de flexibilidad laboral como alternativas exigibles por los trabajadores, en el entendido de que el elemento salud es una de las principales barreras a la incorporación o continuación de la carrera laboral. También propone definir remuneraciones por hora, pues también permitiría acoger las necesidades específicas de este segmento, sobre todo si el plan -como es una aspiración frecuente en este segmento- es seguir trabajando, pero menos. Por otra parte, el mismo BID recomienda adoptar una mirada organizacional que valore a las personas en virtud de lo que pueden ofrecer, y abandonar otras, como que las personas mayores no son capaces de adaptarse a nuevos escenarios.

Vivimos en una época en que los avances científicos nos han entregado el regalo de vivir más. Debemos estar a la altura para que esos años sean productivos, prósperos y felices. Por eso, las sociedades deben aprovechar las oportunidades económicas que vienen de la mano de este cambio demográfico. La calidad de vida de este grupo creciente de la población no es solo un desafío, sino que una interesante oportunidad.