“El desafío de ser jefe en un mundo laboral cambiante” Por Ximena Aros
Si vemos alguna película de los años ‘80 o incluso ‘90, podríamos encontrarnos con un prototipo de jefe en las alturas, acostumbrado a la verticalidad, a que no le cuestionen las decisiones y a dirigir con más racionalidad que empatía a su equipo. Pero lo cierto es que la relación entre jefes y subordinados ha experimentado grandes transformaciones en los últimos años, lo que, en la práctica, ha añadido mayor complejidad a lo que se espera de su rol.
De hecho, se observa un importante aumento de casos de síndrome de burnout o agotamiento laboral entre los supervisores: según datos del «Global Workforce of the Future Report 2023» de The Adecco Group, el 68% de los 16.000 jefes encuestados experimentaron esos síntomas en los últimos 12 meses. Estudios recientes sugieren que estos altos niveles de estrés están directamente relacionados con la creciente demanda de habilidades sociales en el ámbito corporativo, en un contexto de alta exigencia que redunda en que los líderes apenas encuentren tiempo para trabajar de manera individual y enfocada..
La tendencia ascendente de los casos de burnout, con un aumento del 43% en comparación con el año anterior, plantea preguntas cruciales sobre el bienestar de quienes tienen personas a su cargo. La investigación sugiere que este deterioro está vinculado a transformaciones sustanciales en el contexto laboral de los jefes. Un análisis del Harvard Business Review destaca un giro en las expectativas: ya no es suficiente que los directivos tengan experiencia y conocimientos en su área de especialidad, ahora se buscan líderes con habilidades sociales excepcionales.
Ximena Aros
Ornella Bono es Senior Associate de Humanitas Cornerstone Chile.
Estudios recientes sugieren que estos altos niveles de estrés están directamente relacionados con la creciente demanda de habilidades sociales en el ámbito corporativo, en un contexto de alta exigencia que redunda en que los líderes apenas encuentren tiempo para trabajar de manera individual y enfocada.
En un entorno empresarial que se mueve en medio de una creciente complejidad tecnológica, diversidad social y un mayor foco en la atención del cliente, los líderes se encuentran en la necesidad de desarrollar habilidades de comunicación excepcionales, fortalecer la construcción de relaciones y centrarse en las personas. Esta evolución plantea desafíos significativos para el bienestar de quienes ejercen cargos de liderazgo, y destaca la necesidad urgente de abordar la complejidad de sus roles, equilibrando las expectativas con el cuidado de su salud mental, ya que esto último le impacta no solo a el o la líder, sino a todo su entorno, sea este personal o laboral.
La conclusión es clara: la presión sobre los jefes no solo proviene de las responsabilidades tradicionales, sino también de las demandas crecientes de habilidades sociales en un entorno laboral en constante cambio. Es clave hacerse cargo de esta realidad, pues, en última instancia, el éxito sostenible de una empresa depende de líderes saludables y resilientes, capaces de motivar a sus equipos, de escucharlos y de sacar lo mejor de ellos.
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