18/05/2021 | 2 minutos de lectura


Con bastantes sorpresas terminó este año la ronda de juntas de accionistas en las 30 mayores empresas privadas del país agrupadas en el índice bursátil IPSA. La principal fue el peak histórico del 14% de mujeres elegidas para los directorios y que ocurre luego de varios años de moverse entre el 8% y el 9%. Incluso hubo directorios tradicionalmente masculinos que pasaron de cero a tres representantes femeninas, como CAP.

En total, 36 asientos serán ocupados por mujeres de un total de 256, y 21 de las 30 empresas tendrá al menos una voz femenina, lo que dista de hace diez años, cuando el IPSA lo integraban 40 compañías, pero solo ocho incluían mujeres. Este año, hay cuatro firmas que tienen tres directoras: CAP, Colbún, Ripley Corp y SMU.

Según el análisis que hizo el Centro de Gobierno Corporativo y Sociedad del ESE (U. Andes) -que dirige Alfredo Enrione-, las directoras tienen en promedio 57 años -seis menos que los hombres- y su perfil profesional es muy similar: el 58,3% son ingenieras comerciales, el 16,7% abogadas y el 8,3% ingenieras. Hay un 16,7% que tiene estudios menos tradicionales, como la historiadora Lucía Santa Cruz (ver recuadro).

“La mayor presencia femenina es una tendencia que ha ido creciendo en los últimos años y que llegó para quedarse”, describe Alejandra Aranda, presidenta de Humanitas/Cornerstone International Group. La consultora estuvo a cargo de la búsqueda de directores de las AFPs, que “en los últimos dos años han tenido como eje central la diversidad y una mayor presencia femenina entre los candidatos”, explica.

En la Red Mujeres Alta Dirección, su presidenta Carolina Martínez agrega que “esta temporada de juntas de accionistas nos demuestra que la diversidad es una cualidad cada vez más valorada por las organizaciones”. No obstante, agrega que para que esta tendencia sea sostenible en el tiempo, y se logre la meta del 30% que ostentan países más desarrollados, se necesita más trabajo en el diseño de planes concretos, con metas más claras que permitan ir promoviendo el avance de las mujeres en las organizaciones.

Sobre la opción de instaurar por ley cuotas de participación de mujeres en directorios -existen dos proyectos sobre la materia en el Congreso-, hay voces a favor y en contra. Alfredo Enrione dice que en el caso de las empresas privadas la operativa es igual que en una democracia participati-va. “Los votantes, accionistas en este caso, son libres de elegir a quienes quieran en el directorio. Crear cuotas obligatorias es como obligar a los votantes a elegir a quienes no quieren”. Sí cree que podrían imple mentarse en empresas estatales, pero garantizando altos estándares objetivos.

Martínez se muestra abierta a las cuotas, pero de manera transitoria, “sólo para acelerar los cambios”, aunque con la flexibilidad para distinto tipo de empresas en cuanto a tamaño, madurez y gobernanza.

Nota completa de La Segunda en el siguiente link: http://portal.nexnews.cl/showN?valor=gelyz

← Volver al blog